sábado, 26 de junio de 2010

GEISHAS





Breve historia de las Geishas



Pintora, poetisa, música y bailarina a la vez, la geisha encarna a su manera una "mujer de sueño" ni madre, ni esposa; ni mujer, ni niña, ni prostituta...


Entre 1780 y 1790, el país del sol naciente conoce un terrible período de miseria y hambre: el arroz, almacenado por comerciantes sin ningún escrúpulo, alcanza precios desbordantes; los actos violentos perpetrados por hordas de pobres infelices hambrientos se multiplican.


Secuestradas, robadas, vendidas a partir de los cinco años, las niñas pertenecientes a las familias arruinadas de la ciudad o del campo se hallan entonces recluidas durante largos años en esos barrios llamados "de los placeres".

El Yoshiwara, en Edo era uno de los barrios más conocidos; las jóvenes reclutadas por multitudes se hundirán detrás de hermosas fachadas de "prisiones doradas". Una vez que se ha franqueado el recinto de este mundo de paréntesis, de este universo aparte, donde todo parece obedecer al principio de un placer que se conjuga solamente en lo masculino, será el final de cualquier libertad para ellas.

Todo el aprendizaje estaba lleno de vejaciones, injusticias y selecciones, una muchacha fea no tenia acceso, las destinaban a las tareas más duras. Mientras las más agraciadas, tenían la esperanzas de acceder al preciado rango de cortesanas.


Cuando una de las muchachilla llegaba a una de esas "casas", se le atribuía un nombre nuevo, signo de pertenencia a otro mundo, con frecuencia era el de una flor. Primero servirán a una cortesana, se llamaban Kamuro (término utilizado para las muchachas que sirven en la corte imperial) y deben obedecer al menor de los deseos y caprichos de su señora. Si el destino la había dotado de talento y gracia, comenzaba entonces un gran ciclo educativo a lo largo del cual aprendía todas las artes heredadas del Japón antiguo: la música, la poesía, el ikebana (arte de componer los ramos de flores), el chanoyu (la ancestral ceremonia del té), el juego de los inciensos, sin olvidar la reina de las disciplinas: la caligrafía. Al finalizar este aprendizaje, la pequeña kamuro, que tenía entre 13 y 14 años, entraba en el cerrado círculo de las cortesanas: una gran fiesta se celebraba en honor de su nuevo estatus. Adornada, mimada como ídolo, se paseaba a la adolescente por las calles de Yoshiwara durante los cinco días que duraba la celebración. Era sólo tras este rito que aprendía otros rituales que tendría que utilizar en su futuro oficio, pasando de kamuro a shiso (literalmente "nueva formada").






Pocas eran las que, en efecto, podían esperar salir del Yoshiwara con la cabeza alta y el corazón libre; es decir; compradas de nuevo, en el sentido literal del término, por un hombre rico y poderoso que aceptase cancelar la deuda, casi inextinguible, contraída por los derechos de la educación. Sistema cuanto más perverso, pues condenaba, desde la más tierna infancia, a una criatura a la prostitución. Superada la treintena, la mayor parte de las cortesanas abandonaba la protección de la casa para convertirse en teppo (prostituta de bajo rango), condenada a vender lo que le quedaba de sus encantos en las colindantes a su antigua prisión




Es a partir de 1750, que aparecen, las Geishas.


La palabra Geisha significa literalmente persona de las artes o artista.

Música, ceremonia del té, todo el ritual del pelo, el maquillaje, el Kimono, instrumento indispensable para la seducción al mismo tiempo que reflejo de su rango y de su riqueza. A las más jóvenes les tocaba los colores más vivos, las telas con los estampados más llamativos, las obis más largas. Gran lazo que ajusta con fuerza el talle de la geisha y que a veces es tan pesado que se equilibra hacia atrás el porte de la desafortunada coqueta. Tantas formas de anudarlo como significaciones... Para la vil prostituta obligada a desvestirse varias veces por día para realizar su trabajo, un simple lazo anudado por delante del vestido, es suficiente.





El Peinado: Gigantesco moño, que se sujetan gracias a la cera caliente y del aceite de camelia como lubrificante, se le llama "hendidura de melocotón".









El Maquillaje: un rostro muy blanco, criterios basados por un edicto de shogun que se remonta al s-XVII. Algunas cortesanas llegaban, incluso, a lacar de negro sus dientes para realzar el resplandor de su piel . Lunares de cejas rasuradas y después pintadas de nuevo, se adornaban con el trazo pícaro y sensual de una minúscula boca con acentos carmín. Como una coma de sangre en una página desesperadamente virgen...





Peines. Época Edo. Regalos muy preciados, los peines realzaban con su esplendor los oscuros y pesados peinados de las geishas.







Los regalos son signos tangibles de su seducción y de su poder. Esta bien visto aceptar, bajar los ojos, inclinar la nuca e, incluso, dejar deslizar un poco de tela del vestido para dejar adivinar el fragor tierno y rosado de la carne; invitación secreta a placeres que algunos juzgan prohibidos. Si, está prohibido dejar hablar las emociones del corazón (se considera el amor fuera de lugar, incluso se entiende como vulgar dentro del okiya), pero es muy útil, seducir a un potencial danna, protector titular cuyos favores les brindará ese amparo tan necesario contra las vicisitudes del tiempo y los reversos de la fortuna. Extraño código moral es este juego sutil entre el deseo y el rechazo, entre lo permitido y lo prohibido, entre lo visible y lo oculto, las geishas aparecen desde muchos puntos de vista como un ser híbrido o al menos desconcertante...







Se ha especulado mucho sobre el papel real de la geisha a partir de las ilustraciones de pintores así como los primeros fotógrafos europeos. Fueran "vestales por completo devotas al culto de la belleza" o, más prosaicamente, "hetairas al servicio del dios Amor". De todo eso se habla y mucho en el libro publicado por Bérénic Geofroy-Schneiter "Geishas" Édutuib Assouline. Dónde pregunta "¿no llevan consigo muchas de esas planchas grabadas el germen estético que no cesa de estar presente en numerosas geishas del Japón actual?. ¿No cristalizaban las cortesanas, a su manera, todos los fantasmas relacionados con el país del sol naciente?..."




Las geishas modernas aún viven en tradicionales casas de geisha llamadas okiya en áreas denominadas hanamachi (花街 "pueblos de flores"), generalmente durante su aprendizaje, pero muchas geishas experimentadas eligen vivir en sus propios apartamentos. La elegante y alta cultura en la que viven las geishas se llama karyūkai (花柳界 "el mundo de las flores y sauces").



Las jóvenes con aspiraciones a geisha comienzan su entrenamiento después de completar los primeros años de secundaria o incluso en secundaria o estudios superiores, empezando su carrera en la adultez. Las geishas aún estudian instrumentos tradicionales como el shamisen , shakuhachi (尺八, shakuhachi) (flauta de bambú), y tambores, al igual que canciones tradicionales, baile japonés clásico, ceremonia del té, ikebana (arreglos florales), literatura y poesía. Mirando a otras geishas, y con la ayuda de las dueñas de las casas de geishas, las aprendices se vuelven habilidosas en la compleja tradición de elegir y usar kimono, y en el tratar con los clientes. Kioto mantiene fuerte la tradición de las geishas, y dos de los más prestigiosos y tradicionales distritos de geishas, Gion y Pontochō, están en esa ciudad. Las geishas de estos distritos son conocidas como geiko. Los hanamachi de Tokio, Shimbashi, Asakusa y Kagurazaka son también bastante conocidos.



En el Japón moderno, las geishas y maiko son bastante inusuales. En los años 1920 había alrededor de 80.000 geishas en Japón, pero hoy en día hay aproximadamente 1.000. De todas maneras, en el distrito Gion de Kioto, los visitantes pueden observar algunas maiko por las calles yendo o regresando de una cita. Una lenta economía, pocos intereses en las artes tradicionales, la inescrutable naturaleza del mundo de las flores y sauces, y el costo de este servicio han contribuido en que la tradición decline.



Las geishas son contratadas para asistir a fiestas y encuentros, tradicionalmente en casas de té (茶屋, chaya) o tradicionales restaurantes japoneses riotei. Su tiempo es medido según lo que se demora un palo de incienso en consumirse, y es llamado senkodai ("palo de incienso tarifario") o gyokudai ("joya tarifaria"). Otro término para trazar la tarifa es "ohana", o flores tarifarias. El cliente hace el convenio a través del sindicato de geishas (検番 kenban), que mantiene el horario de cada geisha y hace sus citas de entretenimiento o entrenamiento.


Atuendo Las geishas siempre utilizan kimono. Las aprendices de geisha llevan coloridos kimonos con extravagantes obi. Las geishas mayores utilizan estilos y diseños más apagados. También es importante destacar la longitud de las mangas Las aprendices (maiko) utilizan furisode de mangas que llegan casi hasta el suelo. Según van avanzando de edad y nivel en la profesión, las mangas tornan a tomesode, más cortas y de color más oscuros y de corte más elegante. Ver vídeo




El color, diseño y estilo del kimono dependen de la estación y evento en el que las geishas están atendiendo. En invierno, las geishas pueden ser vistas llevando un "abrigo" adornado con seda pintada sobre su kimono. Los kimonos forrados son usados durante estaciones frías, y los normales durante el verano.



La geisha utiliza sandalias de suela baja de madera y laca,llamadas Zori y llevan solo tabi (calcetines divididos en los dedos) en interiores. En climas inclementes las geishas utilizan zuecos de madera, llamados Geta. Las Maiko llevan altísimos zuecos negros, Okobo.

Peinado Los peinados de las geishas han ido variando a través de la historia. En el pasado, era común para las mujeres usar el cabello suelto en algunos periodos, pero recogido en otros. Durante el siglo VII, las mujeres comenzaron a usar siempre el cabello recogido nuevamente, y fue durante este tiempo que el tradicional peinado Shimada, un tipo de chignon usado por geishas experimentadas, fue adoptado. Ver vídeo




Hay cuatro tipos de shimada: el taka shimada, un gran chignon utilizado generalmente por jóvenes solteras; el tsubushi shimada, un chignon más aplastado utilizado por mujeres mayores; el uiwata, un chignon que es vendado con un pedazo de cinta de color; y un estilo que representa un melocotón dividido, usado solo por las maiko.



Estos peinados son decorados con elaborados peines y horquillas. En el siglo XVII y después de la Restauración Meiji, los peines de cabello eran grandes y vistosos, generalmente utilizados por mujeres de alta clase. Después de la Restauración Meiji y en la era moderna, los peines menos vistosos y pequeños se volvieron populares. Muchas geishas modernas usan pelucas en su vida profesional. Deben ser cuidadas regularmente por artesanos habilidosos. El tradicional arte del peinado está en vías de extinción. El creciente interés en la apariencia exótica de las geishas ha creado varios fenómenos culturales en Japón y occidente, recientemente las líneas de maquillaje inspiradas en las geishas fueron llevadas a occidente luego de la popularidad alcanzada por la novela y película Memorias de una geisha. Muy por debajo en realismo del libro Vida de una geisha, autobiografía de la geisha Mineko Igasaki. En 1999, la cantante estadounidense Madonna apareció en el video musical de "Nothing Really Matters" en una vestimenta inspirada en el de las geishas con un maquillaje blanco.







Aún existe cierta confusión, especialmente fuera de Japón, sobre la naturaleza de la profesión de las geishas. Este tema se ha complicado debido a las prostitutas japonesas, particularmente en onsen, que quieren ligarse al prestigio de las geishas promocionándose a los turistas (japoneses y extranjeros) como "geishas".



Tradicionalmente, la geisha debe mantenerse soltera (o retirarse luego de su matrimonio), aunque no es poco común que tengan hijos. Mientras que los compromisos generalmente incluyen coquetear e incluso bromas sugestivas (no obstante codificados en maneras tradicionales), nunca incluyen actividad sexual, y una geisha no es pagada por sexo, aunque algunas pueden elegir tener una relación que incluya el sexo con algún cliente fuera de su rol como tal. Y debido a que estas relaciones están vinculadas con la capacidad del cliente de pagar por los servicios tradicionales, el argumento puede ser que es simplemente una forma complicada de prostitución.



Fue tradicional para las geishas tener un danna, o cliente habitual. Un danna era generalmente un hombre adinerado, algunas veces casado, quien tenía recursos para financiar los costos del entrenamiento tradicional de la geisha y otros gastos considerables, teniendo derechos especiales (no solo físicos). Esto ocurre a veces en la actualidad.



Aunque una geisha y su danna podrían estar enamorados, la relación está sujeta a la capacidad del danna a entregar algún aporte financiero. Los valores y convenios ligados a este tipo de relaciones no son bien comprendidas, incluso entre los japoneses.



Se especula sobre la venta de la virginidad de las geishas y de su cuerpo a un solo cliente (hasta que el danna se cansara y entonces se buscaría otro), algo que era usual y que la publicación de la novela "Memorias de una geisha" generó gran polémica sobre este tema, normalmente acallado y negado por la novela y escritores románticos





Maquillaje Hoy en día, el tradicional maquillaje de la aprendiz de geisha es uno de las características más reconocibles, aunque las geishas experimentadas generalmente usan el característico maquillaje de maiko, consistente en la cara totalmente blanca, durante presentaciones especiales. Ver vídeo



El maquillaje tradicional de las aprendices de geisha consta de una base blanca (originalmente hecha con plomo), el uso de lápiz labial rojo y adornos rojos y negros alrededor de los ojos y cejas.



La aplicación del maquillaje es difícil de perfeccionar y es un proceso bastante largo. El maquillaje es aplicado antes de vestirse para evitar ensuciar el kimono. Primero, una sustancia de aceite o cera, llamada bintsuke-abura, se aplica a la piel. Luego, un polvo blanco es mezclado con agua para formar una pasta que se aplica con una brocha de bambú. El maquillaje blanco cubre la cara, cuello, pecho y manos, con dos o tres áreas sin pintar (formando una "W" o "V") cerca de la nuca, para acentuar esta zona erótica, y una zona descubierta de piel alrededor del pelo, que crea la ilusión de una máscara.



Luego que la base es aplicada, una esponja es pasada por la cara, cuello, pecho y nuca para absorber el exceso de humedad y lograr uniformidad en la base. Luego los ojos y cejas son remarcadas. Tradicionalmente se usaba carboncillo, pero hoy en día se utilizan cosméticos modernos. Las cejas y el borde de los ojos son pintados de negro; las maiko además usan rojo alrededor de los ojos.Los labios son pintados con una brocha pequeña. El color viene en un palo pequeño que es mezclado con agua. Azúcar cristalizada es añadida para dar brillo a los labios. Durante los primeros tres años, una maiko usa su maquillaje casi constantemente. Durante su iniciación la maiko es ayudada por su "hermana mayor" (una geisha experimentada que se convierte en su mentor) o la "madre" de su casa de geishas. Después debe aplicarse el maquillaje por su cuenta. Después que una geisha ha trabajado durante tres años, cambia su maquillaje a un estilo más apagado. La razón es que se ha vuelto más madura, y el estilo simple la muestra en su belleza natural. Para ocasiones formales la geisha madura aún utiliza maquillaje blanco. Para las geishas sobre treinta años, el maquillaje blanco es utilizado solo en bailes especiales que lo requieren.(wikipedia)

jueves, 24 de junio de 2010

EL VISITANTE NOCTURNO

El visitante nocturno.


-El visitante nocturno-.





Un rumor apagado subía desde las olas. Sólo aquel murmullo hizo que la noche fuese distinta a las demás. Otra vuelta a casa. Calle de oscuridades danzantes. Charcos de luz lamiendo las sombras adoquinadas. Ella volvía de alguna parte, de cualquier parte.



El mar, invisible desde el camino, se cernía sobre ella como una promesa: reflejo de ondulaciones acuáticas en el cielo. Las pisadas perdieron su esencia mecánica. Apretó el paso. Una inquietud irracional creció en su imaginación, llenando el camino de multiformes visiones fantásticas. Una ráfaga fría cruzó por su rostro. Curioso juego. Hasta le pareció que un par de alas negras vibraban en el aire.



Llegó a casa.



Su piel se llenó de tibiezas. El rumor de las olas enmudeció.



Su cabeza se vació de espectros. No obstante, la casa estaba distinta. Algo sutil, incorpóreo, parecía agitarse entre los muros silenciosos.



Música. Sí, música. Nada mejor que la triste melodía de una balada para ahogar la sensación opresiva, dulcemente aterradora, de no estar sola.



Aquel libro sobre el estante de madera escupía promesas de Nunca Más. Un cuervo perseverante, plutónico -según ella lo recordaba- alisaba sus plumas siniestras sobre el busto de Palas.



Pero una nueva ola cálida recorrió su piel, como si la música y el recuerdo equívoco de aquel cuervo petrificado la cobijasen. Se sentó. El sonido de un vehículo en la calle la aisló todavía más. La suave melodía se sostuvo en el aire, apenas un instante, y luego calló.



Los rincones susurraban.



-Piensa en mi. -dijo en voz alta- Está pensando en mi...



Se sobresaltó al escucharse. Los ecos reverberaron entre los muebles. Entonces lo supo, con la misma claridad absurda de las certezas oníricas: Él estaba ahí.



Se acostó. El ocre de las sábanas la entibió. Un par de alas imaginarias rascaban los cristales. Luego, una silueta vaporosa se alzó a los pies de la cama. El resto de la habitación pareció fundirse en esa negrura, como si los pálidos reflejos lunares fuesen absorbidos por ella.



-Piensa en mi. -repitió.



La figura se inclinó hacia adelante. Ella se estremeció. Toda su piel degustaba una especie de anticipación febril; como el gesto resignado de una presa voluntaria. Se supo altar y ofrenda de viejas fantasías inconclusas.



Allá lejos, al mar continuaba debatiendo con las nubes. Las baladas se quebraron, estallaron en mil pedazos hechos de cristal, mientras un suave y cálido aliento comenzaba a recorrerla, a saborear cada pequeño resquicio de sus ondulaciones. Antes de hundirse definitivamente en la locura, ella pensó en un parque de flores de hierro; en un funeral de hadas al que jamás asistiría. Entonces llegó el ocaso. Una caricia crepuscular se derramó sobre ella, dentro de ella. Él sacrificó toda clase de ofrendas táctiles sobre su vientre. Un remolino intraducible de balbuceos, declaraciones insensatas y ternuras dentales incrustadas entre los omóplatos flotaron sobre ambos. Se perdieron uno en el otro; y juntos se reencontraron.



Nunca más. -pensó ella.



-Nunca más. -dijo la figura.



La noche se rasgó en pequeños matices dorados. Ella cerró los ojos, mientras la vida se filtraba gota a gota sobre las sábanas. Las sombras huían, atormentadas, hacia los rincones de la habitación.



Nunca más.



Se aferró a ese pensamiento terrible y esperanzador: Nunca más. Y nunca, nunca más volvió a escuchar el premonitorio llanto del mar sin estremecerse.





Aelfwine.

lunes, 21 de junio de 2010

ME HICE UNA PROMESA

Mande a dormir a la pena


y me quede bebiendo con los miedos de mi alma

desnude mi verdad

y me dio su palabra de que aqui no pasa nada

por fin rompi las cadenas

perdonando a mis culpas para convivir con ellas

tenia la depresion

colgandole una flor en el hojal al corazon



y me hice una promesa

cumplire

de no llorar mas por ella

me hice un promesa

de esperar a que dios

me ponga en el camino al verdadero amor

esa fue mi promesa

cumplire

de no aferrarme a la pena

me hice una promesa

de esperar

la voluntad de dios

dejar la puerta abierta por si llega un buen amor

esa fue mi promesa

cumplire



preñe de luz a la pena

abriendo las cortinas por el nuevo amanecer

le di un beso al dolor

y sonrriendo me dijo

celebremos por ese adios



y me hice una promesa

cumplire

de no llorar mas por ella

me hice un promesa

de esperar la voluntad de dios

dejar la puerta abierta por si llega un buen amor amor

esa fue mi promesa

cumplire

de no aferrarme a la pena

me hice una promesa

de esperar

la voluntad de dios

dejar la puerta abierta por si llega un buen amor

esa fue mi promesa

cumplire



mande a dormir a la pena

EL CIRUJANO


EL CIRUJANO QUE ENCONTRO A JESUS EN EL CORAZON DE UN NIÑO






Mañana en la mañana abriré tu corazón le explicaba el cirujano a un niño. Y el niño interrumpió: -¿Usted encontrará a Jesús allí?







El cirujano se quedó mirándole, y continuó: -Cortaré una pared de tu corazón para ver el daño completo.





Pero cuando abra mi corazón, ¿encontrará a Jesús ahí?, volvió a interrumpir el niño.



El cirujano se volvió hacia los padres, quienes estaban sentados tranquilamente.







Cuando haya visto todo el daño allí, planearemos lo que sigue, ya con tu corazón abierto.







Pero, ¿usted encontrará a Jesús en mi corazón? La Biblia bien claro dice que Él vive allí. Las alabanzas todas dicen que Él vive allí....







¡Entonces usted lo encontrará en mi corazón!







El cirujano pensó que era suficiente y le explicó:







Te diré que encontraré en tu corazón..







Encontraré músculo dañado, baja respuesta de glóbulos rojos, y debilidad en las paredes y vasos. Y aparte me daré cuenta si te podemos ayudar o no.







¿Pero encontrará a Jesús allí también? Es su hogar, Él vive allí, siempre está conmigo.







El cirujano no toleró más los insistentes comentarios y se fue. Enseguida se sentó en su oficina y procedió a grabar sus estudios previos a la cirugía: aorta dañada, vena pulmonar deteriorada, degeneración muscular cardiaca masiva. Sin posibilidades de trasplante, difícilmente curable.







Terapia: analgésicos y reposo absoluto.







Pronóstico: tomó una pausa y en tono triste dijo: muerte dentro del primer año. Entonces detuvo la grabadora. Pero, tengo algo más que decir: ¿Por qué? Pregunto en voz alta ¿Por qué hiciste esto a él? Tú lo pusiste aquí, tú lo pusiste en este dolor y lo has sentenciado a una muerte temprana. ¿Por qué?







De pronto, Dios, nuestro Señor le contestó:







El niño, mi oveja, ya no pertenecerá a tu rebaño porque él es parte del mío y conmigo estará toda la eternidad. Aquí en el cielo, en mi rebaño sagrado, ya no tendrá ningún dolor, será confortado de una manera inimaginable para ti o para cualquiera. Sus padres un día se unirán con él, conocerán la paz y la armonía juntos, en mi reino y mi rebaño sagrado continuará creciendo.







El cirujano empezó a llorar terriblemente, pero sintió aun más rencor, no entendía las razones. Y replicó:







Tú creaste a este muchacho, y también su corazón ¿Para qué? ¿Para que muera dentro de unos meses?







El Señor le respondió: Porque es tiempo de que regrese a su rebaño, su tarea en la tierra ya la cumplió.







Hace unos años envié una oveja mía con dones de doctor para que ayudara a sus hermanos, pero con tanta ciencia se olvidó de su Creador.







Así que envié a mi otra oveja, el niño enfermo, no para perderlo sino para que regresara a mí aquella oveja perdida hace tanto tiempo.







El cirujano lloró y lloró inconsolablemente.







Días después, luego de la cirugía, el doctor se sentó a un lado de la cama del niño; mientras que sus padres lo hicieron frente al médico.







El niño despertó y murmurando rápidamente preguntó:







-¿Abrió mi corazón?







Si - dijo el cirujano-







-¿Qué encontró? preguntó el niño







Tenías razón, encontré allí a Jesús.







Dios tiene muchas maneras y formas diferentes para que tu regreses a su lado.







Déjame contarte, asegúrate de leer todo esto hasta el final.







Yo casi borro este mensaje, pero fui bendecido cuando llegué al final.







Asunto: Leer solamente si tienes tiempo para Dios.







Dios, cuando recibí este mensaje pensé... Yo no tengo tiempo para esto... y realmente hacerlo es inadecuado en horas de trabajo. Luego, me di cuenta que el pensar así es exactamente lo que ha causado muchos de los problemas en nuestro mundo actual. Tratamos de tener a Dios en la iglesia el domingo por la mañana. A veces quizás el Domingo por la noche... y, el evento poco agraciado de algún servicio a media semana. Eso sí, nos gusta tenerlo cerca en la enfermedad... y sobretodo en los funerales. Pero, no tenemos tiempo, o lugar para ÉL en horas de trabajo o en nuestro tiempo libre... Porque.... Esa es la parte de nuestras vidas en las que pensamos: 'Podemos y debemos manejar solos'







Quiera Dios perdonarme por haber pensado que hay un tiempo o lugar donde ÉL no sea el PRIMERO en mi vida. Debemos siempre tener tiempo para recordar TODO lo que ÉL ha hecho por nosotros. Jesús dijo. 'Si tu te avergüenzas de mi, yo me avergonzaré de ti delante de mi Padre'.







Entonces me arrodillé para orar pero no por mucho tiempo, tenía mucho por hacer. Tuve que darme prisa e ir a trabajar ya que los cobros muy pronto estarían ante mi . Salté de mis rodillas y mi deber Cristiano estaba concluido.







Mi alma pudo entonces descansar plácidamente. En todo el día no tuve tiempo de lanzar una palabra de aliento, ni de hablar de Jesús a mis amigos; se reirían de mi y me daría miedo. No hay tiempo, no hay tiempo. Hay mucho qué hacer. Ese era mi sollozo constante. No hay tiempo para darle a las almas en necesidad, sino hasta la última hora, la hora de morir. Me pare frente al Señor, vine y permanecí cabizbajo, ya que en SUS manos sostenía un libro; el libro de la vida. Dios echó una mirada a su libro y dijo: 'No puedo encontrar tu nombre. Una vez estuve a punto de anotarlo, pero nunca encontré el tiempo' ¿Tienes ahora el tiempo para re enviar este mensaje?



















¿De todos los regalos que podamos recibir, una oración es el mejor. No cuesta nada y trae maravillosas recompensas, Dios te bendice. Que Dios te guarde y te bendiga. Si esta frase no te eriza, nada lo hará.











No es curioso que cuando llegue el momento de re enviar este mensaje, lo vas a dejar de enviar a muchas de las personas que tienes registradas en tu libreta de direcciones pues no estás seguro(a) de lo que vayan a pensar de ti.



Oro por todo aquel que re envíe este mensaje a todos los destinatarios de la libreta de direcciones, ellos serán bendecidos por Dios de una manera especial.





Envíenlo también a la persona que te lo envió, para que sepa que efectivamente fue enviado a mucha más gente.